Oscuridad y Luz

En el calor de la noche
Las miradas huyen
El alma se ve a sí misma
Retrospectiva de la razón
El verano despierta del letargo
La dama oscura se va desnudando
Descubriendo su cuerpo estrellado
En el calor de la noche
Los horrores de la imaginación
Se derriten rápidamente
Indiferencia de la mente
El verano bosteza en entre tus brazos
El paladín de la luz sigue esperando
Refulgiendo, llameando

Revolución

En las luces aún no vistas

Las líneas de la razón vagan inciertas

Metástasis de la incomprensión

A los ciegos las miradas

A los sordos las palabras

A los mudos el silencio

Revolución en los conceptos

No brillan más estrellas en el cielo

Por contarlas más deprisa

Comprender pasa por escuchar

La voz a veces se percibe a través de los ojos

Hablar es sólo el periplo

Entre dos puntos de vista

La voz en soledad es mutismo

No es lo mismo oír que escuchar

Empezar que terminar

Aunque revolución suponga

Hacer de un mismo punto

Principio y final

El Legado de Erasio

La tranquila vida de Adrián sufre un tremendo giro al recibir un extraño paquete. Momentos después, la trágica noticia del suicidio de Luis, su mejor amigo, le hará sentirse culpable por no haber estado junto a él cuando le necesitó. Tras regresar a su ciudad natal, en un intento por esclarecer los motivos que desembocaron en tal fatal desenlace, Adrián descubrirá que éstos no son más que la punta de un gigantesco iceberg yendo a la deriva en el enigmático mar de la propia existencia. ¿Qué se esconde tras el suicidio de Luis? ¿Quién es el profeta? ¿Por qué una oscura secta desea obtener el contenido del paquete? Adrián, aun a riesgo de su vida, intentará dar respuesta a estas cuestiones en compañía de su amiga Ángela.
Vertiginosa novela de suspense y terror que nos llevará a cuestionarnos el origen del ser humano, reflejando la debilidad de su mente frente al abrumador poder de manipulación de las religiones.

El Legado de Erasio

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Silencio

Todo lo que quise
Todo lo que necesité
El silencio se mece en el tiempo
Enredaderas en la imaginación
La mano sobre el corazón
La memoria habla a trompicones
No hay formas ni colores
Sólo atropelladas instantáneas
Demasiado desordenadas
El guiño de un sentimiento perdido
Que se pasea invisible en la nada
Desde la noche a la mañana
Luces tardías en la ventana de los sueños
Alumbran más de día
La oscuridad no entiende las palabras
Su sonido rebota en los egos
Se enreda en las ramas del pensamiento
Perece sin una mirada

Humo

A veces las personas son humo

Unas invisible

blanco o grisáceo

Y otras negro, oscuro

Son imposibles de tocar

Son engañosa realidad

Parecen estar ahí

Pero son visiones, nada más

A ti

Que sabes que me vienes a la mente

Cuando escucho sus canciones

Y que, por supuesto, no eres humo

mas si alguna vez lo fuiste

Debió ser en otra vida

Cuando ni siquiera habías nacido

Cuando el tiempo no era tiempo

Gracias por existir

Circo

En el circo de la vida

Todo es posible

Nada es mentira

Donde la risa esconde llanto

El valor oculta cobardía

Bajo el maquillaje del payaso

El temor tras el látigo

Por una entrada al nacer

Alquien observa espectante

El tiempo que me va quedando

Demoraré el final

De este número en al arena

Que la muerte no se aburra

Que no me brinde medio aplauso

Dejaré que sea espectadora

Por una eternidad

Por toda una existencia

No puedes detenerme ahora

Fiebre

Retorcida entre las sábanas
Las sombras te conocen bien
Pesadilla que enmascara una sonrisa
Con alma vestida de carmín
Abandonaste el mundo real
Ahora habitas en sueños febriles
En el fondo del onírico crisol
Donde tus ojos son de ceniza
Y tu aliento rezuma azufre
Cada vez que te digo adiós