viernes, 2 de enero de 2009
Alma
Vine al mundo demasiado tarde,
cuando el azote de la tempestad
ya había modelado el paisaje de tu alma;
cuando la furia de la tormenta
ya había anegado de lágrimas tu existencia.
Si bastase con poner rumbo al futuro,
a esa isla que está en el fin del mundo,
llevaría conmigo mi guitarra,
que soñaría con sólo desearlo
al rozar las cuerdas con los colores de tu alma.
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