miércoles, 31 de diciembre de 2008

El árbol de cautiverio


En el enramado del árbol del cautiverio
canta un pájaro la tonadilla del olvido,
canta y canta, y su melodía devora el silencio,
quiere volar, pero las cadenas del tiempo
retienen su memoria, sus pensamientos,
y al intentar batir las alas,
de su garganta surge melancólico el canto
que ahuyenta su voluntad, su empeño,
sin percatarse nunca jamás de ello.

En el enramando del árbol de cautiverio
vive sin vivir vida alguna
el pajarillo que vuela aleteado notas tristes,
que sueña sin saberlo que canta en las nubes;
y al llegar la mañana su trino persiste,
y al ponerse el sol de gorgojear no cesa,
avecilla posada eternamente en las ramas,
que por no recordar cómo batir sus alas
existe presa del tiempo, silbando la tonada.

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